Los pocos que entran habitualmente en esta página habrán observado que los enlaces a fotos y/o vídeos de la derecha han desaparecido. Las dudas sobre el derecho de los menores (de sus padres) a la propia imagen ha hecho que el Equipo Directivo nos haya pedido que temporalmente no publiquemos imágenes de los alumnos. Pero, con independencia de lo que cada cual estime sobre este tema, la tarde en que lo creamos, decidimos que el mismo formaba parte de la estructura organizativa del Centro, lo que llevaba aparejado las ventajas y los inconvenientes de dicha pertenencia. Si las autoridades han hecho una interpretación restrictiva de la actual legislación, y se la han trasmitido así a los Directores, no quedará más remedio que buscar otras vías para motivar a los alumnos, pàra crear pertenencia, para desarrollar las competencias en las Nuevas Tecnologías, etc. Lo que no toca es perder tiempo y energías en frases grandilocuentes sobre la libertad de expresión o cosas similares.
Aunque sinceramente creo que la forma y el fondo de las fotos y vídeos que hemos publicado eran absolutamente correctas, también creo que lo que debe ocuparnos es la manera, las estrategias, para normalizar el uso compartido (padres, profesores y alumnos) de los recursos de Internet.
Lo que debe centrar la atención de los docentes (y de los padres, claro) es que la que va a ser o ya es, la mayor herramienta de trabajo y ocio, el mayor medio de trasmisión de la información, de la creación de opinión, de influencia social... que frente a Internet nuestros menores no cuenten con la presencia de adultos que marquen perfiles, modelos a imitar. Nuestros alumnos, sus hijos, necesitan aprender a estar en Internet (y no hablo de la técnica, que también) con personas formadas que vayan estableciendo las líneas que separan lo correcto de lo incorrecto. No creo que seamos capaces de evitar que los adolescentes hagan alguna que otra vez cosas en la red que no sean correctas, pero si tenemos la obligación de que sepan, que lo que hacen no está bien, y eso no lo aprenden si sólo tienen como compañeros de viaje a otros de su misma edad y a las directrices de los grandes portales.
Aunque sinceramente creo que la forma y el fondo de las fotos y vídeos que hemos publicado eran absolutamente correctas, también creo que lo que debe ocuparnos es la manera, las estrategias, para normalizar el uso compartido (padres, profesores y alumnos) de los recursos de Internet.
Lo que debe centrar la atención de los docentes (y de los padres, claro) es que la que va a ser o ya es, la mayor herramienta de trabajo y ocio, el mayor medio de trasmisión de la información, de la creación de opinión, de influencia social... que frente a Internet nuestros menores no cuenten con la presencia de adultos que marquen perfiles, modelos a imitar. Nuestros alumnos, sus hijos, necesitan aprender a estar en Internet (y no hablo de la técnica, que también) con personas formadas que vayan estableciendo las líneas que separan lo correcto de lo incorrecto. No creo que seamos capaces de evitar que los adolescentes hagan alguna que otra vez cosas en la red que no sean correctas, pero si tenemos la obligación de que sepan, que lo que hacen no está bien, y eso no lo aprenden si sólo tienen como compañeros de viaje a otros de su misma edad y a las directrices de los grandes portales.