16 de junio de 2010

May me ha pedido le publique su despedida.

May.

Tantas cosas que agradeceros tras este montón de años derrochados o bien aprovechados en darnos clase, que las despedidas se hacen cada vez más difíciles de asumir.

Este adiós no es definitivo, es más bien un hasta luego, porque siempre recordaremos todo lo que hemos aprendido gracias a ustedes, y cada uno de los ratos buenos y malos que pasamos. El profesorado en si es como una gran familia, y nosotros somos la casa común en la que conviven, que cuidan y valoran con tanto cariño y que, en el momento de las mudanzas, abandonan en mejor estado de lo que las encontraron, dejando el camino libre a otras familias.

El alumnado, mientras estamos estudiando en un mismo centro y viendo a los profesores día a día, no nos damos cuenta de lo mucho que importa la constancia de ellos en que aprendamos. Como sabéis no soy muy dada a las matemáticas ni a las ciencias en general, pero gracias a los maravillosos profesores que he tenido tanto para unas como para otras en las que se me dan mejor, estoy segura de haber salido ganando.

Debo agradecer a todos los profesores el empeño que tienen con nosotros y la paciencia con que nos aguantan muchas veces. Por ello esta despedida me cuesta tanto acabar. Llevo toda mi vida, desde los 3 años hasta los 17 que cumplo ahora, en el CEO, y nada va a cambiar que mi casa, toda mi vida, haya sido este centro, donde he pasado alegrías y penas, buenos y malos momentos y mejores y peores asignaturas con el tiempo.

Aunque he tenido profesores duros, siempre los he creído mi familia porque la mayoría de ellos me han visto crecer, les han dado clase a mis hermanos o primos y espero que sigan enseñándoles tan bien a ellos como me lo enseñaron todo a mí.

Por ello no debo olvidar a ninguno de los profesores del centro, que aunque me haya costado mucho, me han ayudado a madurar y me han dado ánimo de no abandonar nunca. Lo esencial de ir al colegio o al instituto no es aprender matemáticas, lenguaje o inglés, es aprender a vivir con los demás, aprender que no siempre las cosas salen como uno quiere y que no todo en la vida es el estudio. Espero que entendáis que aunque he cometido mis errores, que no han sido pocos, os agradezco a todos lo que habéis hecho por mi y mis compañeros.

A los que han sido mis tutores, mis profesores y mis segundos padres, a las madres del AMPA que nos enseña que, pase lo que pase, siempre van a estar nuestros padres para ayudarnos, a las cuidadoras del comedor y a el personal de la cocina por intentar mejorar nuestra dieta cada día, y, por último, al equipo directivo de los diferentes años, desde Josefina hasta, a día de hoy, Mercedes.

A todos vosotros os dejo hoy una despedida y una pequeña reflexión que tuve hace poco, cuando me di cuenta del poco tiempo que nos quedaba en el centro:

Siempre me quejaba de que pasaba más tiempo en el colegio que en mi casa, pero a día de hoy, me arrepiento de no haber pasado más tiempo conociendo a mis compañeros, a mis profesores y a sus diferentes modos de pensar, porque gracias a ellos soy hoy quien soy.

Te digo adiós y acaso con esta despedida

Mi más hermoso sueño muere dentro de mí,

Pero te digo adiós, para toda la vida,

Aunque toda la vida siga pensando en ti.

Jose Ángel Buesa- Poema de la despedida.

Para el centro en el que he pasado los mejores años de mi vida.

Maylin Leal Chen

3 comentarios:

  1. May, no te conozco, pero no te enfrentes al final de la ESO como un final; fuera del CEO les espera el mundo, doce mil millones de años preparándolo para que cuando tú y tus compañeros terminen 4º de la ESO todo esté listo para que vivan la vida y busquen la felicidad.

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  2. Me encantan los alumnos y alumnas -por eso ésta hasido mi vocación- aunque a veces uno se enfade y se ponga duro y hasta huraño; pero eso va en el precio de este trabajo. Pero muchísimo más me gustan los alumnos-as con sensibilidad. Mucha suerte, valor y constancia en todo en todo lo que emprendas.

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